Seguro te pasa: tus papás llevan toda la vida levantando la empresa familiar. Empezaron desde cero, trabajaron día y noche, y hoy tienen algo que les llena de orgullo. Pero cuando les hablas de “Protocolo de Familia”, se ríen, cambian de tema o te sueltan el clásico: “Eso es puro cuento y plata perdida”.
Tranquilo, es normal. La mayoría de papás empresarios sienten que nadie sabe más de la empresa que ellos. El problema es que si no planeamos, lo que tanto construyeron puede acabarse en segundos. Y tú lo sabes.
Entonces, ¿cómo hablarles de esto sin sonar intenso ni que parezca que quieres quitarles poder? Vamos a armarte un plan para convencerlos.
1. Habla desde la admiración, no desde la crítica
Tus papás no quieren sentir que estás diciendo que “lo han hecho mal”. Empieza reconociendo todo lo que han logrado.
Diles algo como:
“Pa, ma, yo admiro demasiado todo lo que ustedes construyeron. Justo por eso quiero que esto dure muchos años más y que no se pierda todo ese esfuerzo”.
La clave es que entiendan que el protocolo no es para reemplazarlos, sino para proteger su legado.
2. Hazlo personal, no técnico
Ellos ya escucharon términos como “gobernanza”, “comités” o “sucesión” y probablemente les suenen a reuniones eternas y abogados caros. Explícales que:
- Es una guía familiar para que todos sepan cómo actuar.
- Es un plan para que haya paz en la familia cuando llegue el momento de cambiar roles.
- Es una forma de cuidar el patrimonio que ellos levantaron.
Pon ejemplos reales: “Mira lo que pasó con la familia de X empresario que no planearon nada, terminaron peleando y vendieron todo”.
3. Demuéstrales que es una inversión, no un gasto
Tus papás piensan en pesos y centavos. Muéstrales que:
- Un conflicto familiar puede costar más que pagar abogados y consultores.
- Tener reglas claras ahorra demandas, discusiones y hasta el cierre de la empresa.
- Hay beneficios financieros: bancos, inversionistas y aliados confían más en empresas con planes de sucesión claros.
Hazlo con frases sencillas:
“Pa, ¿qué prefieres? Invertir un poco hoy para que la empresa siga en 30 años o gastar millones después arreglando problemas familiares”.
4. Involúcralos en la decisión
No llegues con todo armado. Diles que quieres escuchar su visión. Pregúntales:
- ¿Cómo se imaginan el futuro de la empresa?
- ¿Qué les gustaría que pase cuando ellos ya no estén al frente?
- ¿Qué es lo que más les preocupa?
Cuando se sientan escuchados, es más fácil que acepten nuevas ideas.
5. Hazlo en etapas (no de golpe)
En vez de hablarles de un “protocolo completo”, proponles un primer paso pequeño:
- Una reunión para hablar de valores y principios de la familia.
- Un taller corto de sucesión.
- Una charla con alguien que haya pasado por lo mismo.
Poco a poco irán viendo el valor del proceso.
6. Pon el tema desde el amor
Este no es un tema de poder ni de plata, es de familia. Díselo así:
“Yo no quiero que el día de mañana nos estemos peleando por la empresa. Yo quiero que estemos juntos, unidos y orgullosos de lo que ustedes construyeron”.
Cuando tus papás entienden que tu intención es honrar su legado y mantener la unión, es más fácil que te escuchen.
Mensaje final
Convencer a tus papás no se trata de convencerlos de gastar, sino de proteger lo más valioso que tienen: su familia y su trabajo de toda la vida.
Recuerda: los hijos podemos ser el puente entre generaciones. Si tú das el primer paso, quizás descubras que tus papás siempre quisieron hablar de esto, solo necesitaban que alguien les mostrara que planear no es perder control, es asegurar el futuro.